Estoy conciente que a muchos causó extrañeza lo sucedido hacia el final de la velada en el pasado encuentro de XTREME CLUB. Hablo de la irrupción de Roberto Olivares en el momento preciso en que Yo anunciaba que la siguente sería una lucha titular, mas aún cuando la función que asumió Olivares fue presentar a Richard Sánchez como el contendor al Titulo, calificandolo como el campeón que la fanaticada necesita, a pesar de no merecerlo en absoluto.
Sin perjuicio de ello, los hechos de aquella noche no resultan completamente extraños si se realiza un pequeño análisis al contexto de ambos luchadores, sus inicios y su proyección al interior del CLUB.
En mérito de lo anterior, y considerando que poseo fojas y fojas de documentos que permiten concluir cual es la historia tras este golpe, a continuación desclasifico para ustedes algunos de mis juicios respecto a esta situación.
Desde la primera aparición de
Olivares, cuando irrumpiera en medio de una Batalla Real para encarar y atacar
a Santiago Sangriento, dejó un mensaje claro… los parámetros de la lucha libre
nacional no se ajustaban a su concepto de la actividad. Rival tras rival fue
dando cuenta que este deporte, al cual denominó de caballeros, no se cimentaba sobre la base de sillas,
alambres de púas o elementos contundentes de variada naturaleza, sino que se
cimienta en la corrección, la ejecución y la técnica. Algo que, en su concepto,
resulta imposible de comprender para la fanaticada, que sólo quiere circo.
Sobre este punto, en su oportunidad, Olivares fue retratado por mí como un luchador de profundas convicciones que se traía entre manos un cambio radical que removería los cimientos de nuestro querido deporte espectáculo, descabezando los pilares más sagrados y emblemáticos de la actividad.
Sobre este punto, en su oportunidad, Olivares fue retratado por mí como un luchador de profundas convicciones que se traía entre manos un cambio radical que removería los cimientos de nuestro querido deporte espectáculo, descabezando los pilares más sagrados y emblemáticos de la actividad.
Por otra parte, Richard Sánchez surgió como uno de los
alumnos aventajados de la Wherner Shurman Wrestling School, quién, haciendo
mancuerna con Gork, demostró que su calidad técnica era un punto alto en su
arsenal de batalla. En esa misma época conocimos la corrección en el
actuar de Sánchez, ese apego irrestricto
a las reglas, que alguna vez yo mismo calificara de prisión mental.
Fue precisamente esa prisión mental la que en Masmanía 1 llevó a Sánchez a ser uno de
quienes recibieron mi condena, momento en que le enrostré, precisamente, su falta
de triunfos, que en esos momentos lo tenía con un record incluso por debajo de
aquel ya olvidado ex miembro del Club que se caracterizaba por perder la
mayoría de sus encuentros. En ese momento Sánchez me argumentó que todas sus
derrotas se habían forjado sobre trampas de sus contrincantes, y que él no las
consideraba pérdidas, pues no estaba dispuesto a caer en el sucio juego de sus
contrincantes.
La situación de Sánchez en este contexto se hacía cada vez
más insostenible, dejando un horizonte oscuro y brumoso, carente de buenos
augurios y necesitando desesperadamente un giro radical que viniese a rescatar
todo el sustrato técnico existente en él.
Este es el momento en que aparece Olivares.
Este es el momento en que aparece Olivares.
El surgimiento de Olivares como promotor, luego del impacto que en su momento generó al
retirar de los cuadriláteros a Santiago Sangriento y Perfecto Bundy , viene a
diversificar su oferta. Nos da la idea que ha comprendido que los cambios profundos
y radicales, como los que él pretende realizar en la lucha libre nacional, no
son tarea de un solo hombre. Dichos cambios requieren de apoyo, en conjunto con
una estrategia depurada que permita maximizar recursos, aumentado el impacto de
cada acción, amplificando su potencial más allá de sus propios límites.
En este orden de ideas, me hace sentido que haya unido
fuerzas con Sánchez y que su primera acción haya sido intentar dar el golpe
definitivo.
De haber Sánchez ganado el combate titular contra Molotov el
pasado 31 de marzo, hoy los conceptos de Olivares resonarían más fuertes que
nunca, pues se encontraría ubicado en lo más alto del podio, en la cima misma
de la montaña, y el título en sus manos le daría la razón. Ese es precisamente el otro concepto que
Olivares ha incorporado esta temporada, ha comprendido, quizás como ninguno
antes, que la posesión del título otorga una validación y un poder que
trasciende el Ring.
Porque mucho se puede decir o vociferar , muchos los
conceptos que se pueden intentar instalar, inculcar o imponer, pero, el mero hecho de
detentar el título lo hace todo distinto, pues genera una caja de resonancia que valida el
discurso, sostiene la visión y consagra la razón.
Finalmente me queda por agregar que desconozco si esta
sociedad permanecerá en el tiempo, más allá de la sinergia que genera entre sus
miembros, y del impacto real que podrían llegar a generar si se mantienen
unidos, el sólo hecho de haber insinuado la posibilidad de establecerse , ha
sido suficiente para imaginar un sinnúmero de situaciones posibles, las cuales
no harían más que revitalizar las venideras jornadas del CLUB… de XTREME CLUB
Los Autos se encuentran en revisión, el expediente, cosido y
foliado, esta a la espera de diligencias, el dictamen final aún no comienza su
redacción…
El caso se mantiene
abierto…
X3M FOREVER
F.T.R.
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